Una chica sin amigas es como un alma perdida. Como un astronauta separado de la nave nodriza, el ying sin el yang o una galleta Oreo sin el relleno de dentro. Las amigas son las que animan siempre, las que lo saben todo y lo entienden todo, esa ráfaga de buen humor que nos refresca en un tedioso día de verano. Estamos unidas a ellas como los protones y los electrones, y solamente una explosión nuclear nos dividiría. Vivimos juntas, somos una... somos más que hermanas.
La amiga es tu confesora, tu caja de resonancia y tu asesora de moda. Todo a la vez. Es todopoderosa y perdona siempre. Si te ve ahogandote en litros y litros de ginebra, cogerá con absoluta normalidad y se dispondrá a recoger el desastre. Cuando al mirarte al espejo por la mañana, la luz del día revele con horror la dura realidad sabrá donde llevarte a comprar ropa sin costuras. Y con un descuento del cincuenta por ciento. Una amiga es tu madre sin cupabilidad, tu hermana sin la competición, tu psicoterapeuta sin la factura. Representa el alimento y el aire, y sin ella la vida es un inmenso agujero vacío.
[...] Gwen Macsai [...]
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