Soltar en una carcajada todo el aire, y después respirar

Y pensar que lo que escribo puede ser tan importante que toque algún corazón.

Despertar, luego, al ratito, caminar. Y colocarme en mi lugar, que en los demás ya pensé bastante.

Será que me habré hecho mayor, que algo nuevo ha tocado ese botón, para que Peter se largué.

No dejes que este mundo roto estropee tu sonrisa

domingo

Noche en blanco

A veces sentimos esas ganas de escribir sin tener motivo o razón alguno. Sin tener nada que decir ni que opinar, simplemente esa sensación de sentir las teclas hundirse bajo los dedos, o tan siquiera eso. Porque hay días que llueve incluso debajo de tu paraguas y te preguntas por qué lo llevas sin saber por qué, o porque te da miedo la noche y la oscuridad y por cojones tienes que dormir solo. Sólo dormir, es el único remedio que queda, siempre y cuando la oscuridad te deje cerrar los ojos. Mientras tanto tu paraguas descansa en un cubo de basura, y asustado palpas las sábanas de la cama. Descubres que has tenido una pesadilla y te has despertado. Pierdes el sueño y te vuelve a inundar el miedo, enciendes la luz y te ves solo. Ya de nada vale volverse a dormir. Te desplomas en la cama, como un cadáver con un mecanismo que hace que se le levante la tripa. Miras al techo, y piensas, y en tu cabeza resuena la melodía del último disco que has comprado... "porque las cosas cambian", y lleno de rabia, gritas, ¡joder!. Cuando te das cuenta, suena el despertador y has pasado la noche en blanco, como el blanco de mis ojos... como tantas cosas.

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